El ministro de Exteriores portugués proclama ante Margallo y Gallardón que las reformas exigen consenso social

MADRID
SERVIMEDIA

El ministro de Negocios Extranjeros y ministro de Estado de Portugal, Paulo Portas, defendió hoy en el Foro de la Nueva Economía, delante de dos ministros españoles, que hacer las reformas económicas e introducir las medidas de austeridad con consenso social es “un deber” y “una condición” para los gobiernos.

Portas pronunció en el citado foro de debate, organizado en Madrid por Nueva Economía Fórum, una conferencia que presentó su homólogo español, José Manuel García-Margallo, y a la que asistió también el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón.

El ministro portugués, de centro-derecha, coincidió con casi todos los postulados económicos del Gobierno español sobre consolidación fiscal, reforma laboral, diplomacia económica y apuesta por el crecimiento en la UE, pero insistió varias veces en la necesidad del “acuerdo social”.

Así, Portas afirmó que “las deudas de hoy son los impuestos de mañana” y que “no se puede sacrificar a las próximas generaciones para ganar las próximas elecciones”, defendió la reducción del déficit del 10% al 5% lograda por su Gobierno y su reforma laboral para una mayor flexibilidad.

OBJETIVOS DE DÉFICIT

También reivindicó que, una vez ajustado el déficit, Portugal tiene “margen de maniobra” para pedir a la UE que le flexibilice los objetivos de déficit, lo que redundará en una mayor confianza de los mercados.

Advirtió asimismo de que la UE no está compuesta de un norte virtuoso y un sur con defectos y conminó a tomar cuenta de la situación de recesión que amenaza a todo el continente para hacer una apuesta por el crecimiento y no sólo por la austeridad.

Con García-Margallo coincidió personalmente en la conveniencia de que el Ministerio de Asuntos Exteriores centralice toda la acción exterior de un Gobierno, también en lo relativo a los asuntos económicos. Portas reconoció que a él le había costado convencer a sus compañeros de gabinete de esta necesidad, a lo que Margallo apostilló con ironía: “A mí también me está costando”.

Sin embargo, junto a las semejanzas ideológicas, el ministro portugués puso mucho énfasis en destacar que las reformas han de hacerse con consenso social, como según quiso presentar se ha hecho en Portugal y, en particular, con “acuerdo entre empleadores y empleados”, algo que le parece “una condición de buen gobierno en estas condiciones”, no por sus ideas democristianas sino por “sensatez”. Así, conminó a no destruir el modelo social de mercado que caracteriza a la UE.

(SERVIMEDIA)
26 Feb 2013
KRT/caa