Estudian si el daño celular que causó el “Prestige” a los voluntarios perdura siete años después

MADRID
SERVIMEDIA

Un equipo de investigadores de la Unidad de Toxicología de la Universidad de A Coruña estudia la posibilidad de que las alteraciones celulares que presentaron quienes participaron en la limpieza del vertido del “Prestige” sigan hoy presentes, siete años después de la catástrofe.

Según explicó a Servimedia la investigadora Blanca Laffon, su departamento ha realizado análisis a nivel celular en personas que participaron en los trabajos de recogida y retirada de residuos y restos del petróleo que el buque "Prestige" vertió al mar tras sufrir un accidente en las proximidades de la costa gallega.

Uno de los tipos de análisis realizado (denomidado “ensayo del cometa”) detecta el daño que se produce de forma inmediata y que es fácilmente reparable. Este ensayo permitió detectar “incrementos de daño” en todos los grupos de individuos expuestos.

El otro método de análisis (pruebas citogenéticas), capaz de detectar un daño indicativo de exposiciones a más largo plazo y que ya está fijado en las células, indicó “incrementos de daño” únicamente en los individuos que habían estado expuestos al fuel durante varios meses.

Según esta experta, el fuel vertido está clasificado por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer como “posiblemente carcinogénico”. Aunque las pruebas que realizó este departamento “no están asociadas a la manifestación de ninguna sintomatología externa”, sí “son indicativas de daños a nivel celular”.

En este sentido, “pueden ser indicativas del incremento de riesgo de desarrollar cáncer”, pero Laffon aclara que este incremento “puede ser similar al que tienen las personas fumadoras o al de los habitantes de ciudades muy contaminadas”.

“Todos estamos expuestos a diario a multitud de sustancias en el medio ambiente, en el agua o los alimentos que pueden incrementar el riesgo de desarrollar cáncer. La exposición a fuel sería sólo un factor más a considerar entre los muchos que nos rodean habitualmente”, añadió.

La Unidad de Toxicología de esta Universidad está realizando un estudio “para evaluar si las alteraciones que en un principio estaban presentes en los individuos que participaron en la limpieza del fuel siguen todavía presentes siete años después, o el organismo ya las ha devuelto a su nivel basal”.

“Con ello, se obtendrán datos sobre si realmente existe incremento de riesgo para la salud de estas personas y si debería de hacérseles un seguimiento, o bien si su riesgo se encuentra en los mismos niveles de la población general”, concluyó esta investigadora.

De cara a posibles nuevas tragedias, Laffon considera necesario “tener perfectamente organizado” un protocolo de actuación, de organización de los turnos de trabajo y de vigilancia de la salud de los individuos participantes en la limpieza, así como de formación a los individuos sobre cómo utilizar correctamente los dispositivos de protección.

(SERVIMEDIA)
26 Nov 2009
LLM/MAN/gja