Así, por ejemplo, en una enmienda a la propuesta de resolución sobre la Unión Europea en la que el PP insta al Gobierno a promover "una auténtica unión económica y monetaria", los socialistas piden retrasar el objetivo de reducción del déficit hasta cinco años.

Piden "la articulación de un esquema de política económica integrada que posibilite un retraso de hasta cinco años en el cumplimiento del objetivo del 3% para el déficit público en función de la situación económica de cada estado miembro, así como de rendición de cuentas y de legitimidad democráticas".

También enmiendan la propuesta del PP sobre estado del bienestar para incidir en la garantía de la salud como un derecho universal y la preservación de la naturaleza pública en la gestión del Sistema Nacional de Salud.

Los socialistas también enmiendan las resoluciones del PP sobre empleo juvenil, emprendedores, simplificación de las administraciones, vivienda, educación, energía, ciencia, y política agraria común.

No enmiendan, sin embargo, la relativa a regeneración democrática, en la que el PP había incluido varias propuestas de transparencia y lucha contra la corrupción.

En ese terreno, ambas formaciones reconocían contactos en las horas previas, aunque desde el PSOE mostraban sus reticencias a cerrar acuerdos con el PP mientras mantenga las "mentiras" sobre Bárcenas y la negativa a crear una comisión de expertos que asesore a los partidos "desde fuera".