Bárcenas, sin embargo, no abandonará todavía el órgano jurídico ya que el instructor del ‘caso Gürtel’, el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, va a celebrar ahora una vistilla para decidir sobre las medidas cautelares solicitadas tanto por la Fiscalía Anticorrupción como por varias de las acusaciones personadas, que van desde la retirada del pasaporte a la imposición de una pulsera de control telemático.

Bárcenas ha justificado en su declaración, según fuentes jurídicas, la legalidad de sus fondos en Suiza y ha señalado que el dinero procede de sus negocios.

A pesar de su duración, en el interrogatorio no se le ha preguntado por la presunta contabilidad B del PP ni por los supuestos sobresueldos que se habrían pagado en el seno del partido ya que el magistrado rechazó indagar este aspecto al aceptar que la Fiscalía Anticorrupción se hiciese cargo de esta investigación.

Bárcenas llegó a la sede de la Audiencia Nacional sobre las 12.20 horas a bordó de un coche particular con cortinillas en las ventanas traseras y acompañado por sus abogados, Miguel Bajo y Alfonso Trallero. El extesorero de los populares, con semblante serio y elegantemente vestido con corbata burdeos y puñuelo en el bolsillo de la americana pero sin su ya famoso abrigo, eludió hacer ningún comentario al acceder a la sede de los juzgados. Llevaba una carpeta con documentación bajo el brazo.

Bárcenas tuvo que esperar una hora en el interior del órgano jurídico hasta que arrancó la declaración, en la que estuvieron presentes 21 abogados, además de las fiscales Concha Segura y Miriam Sabadell y un representante de la Abogacía del Estado.

Esta es la quinta declaración como imputado que prestá Bárcenas por su implicación en la trama de corrupción del ‘caso Gürtel’. El extesorero ha comparecido ya ante el Tribunal Supremo, los tribunales superiores de Madrid y Valencia, y una vez en la Audiencia Nacional.