Debate Nación. Rajoy propone endurecer las penas contra corruptos y auditar el patrimonio de los cargos públicos al final de su mandato
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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, lanzó hoy una batería de iniciativas dirigidas a combatir la corrupción en la primera sesión del Debate sobre el Estado de la Nación. Entre ellas se incluye una reforma del Código Penal para endurecer las penas por delito de corrupción y el establecimiento de una auditoría obligatoria del patrimonio de los cargos públicos al final de su mandato.
Rajoy esperó a la última parte de su discurso para referirese al problema de la corrupción que, según reconoció, “alarma a los ciudadanos y afecta a la imagen de España”.
Tras afirmar que “toda corrupción es insoportable” y “corrosiva” para el “espíritu cívico” del país, a la vez que “lesiona la democracia”, se centró en hacer una serie de propuestas para combatir a los corruptos.
Propuso incluir en la Ley de Transparencia a los partidos políticos y las organizaciones empresariales y sindicales, abogó por promulgar una Ley Orgánica de control de la actividad económica y financiera de los partidos políticos y anunció que el Gobierno presentará una Ley Orgánica reguladora del ejercicio de las funciones políticas.
Rajoy reconoció que éste es un problema que “nos preocupa a todos” y afirmó que “cualquier volumen de corrupción es siempre demasiado”. “Un país que se respete”, continuó, debe perseguir la corrupción “tan pronto como aparezca y tantas veces como sea preciso”.
Afirmó tajante que le “repugna” que surjan casos de corrupción en España, “pero me enorgullece que las instiuciones funcionen en su persecución. Que fiscales y jueces sigan actuando en cumplimiento de su deber”.
“LA DEMOCRACIA NO ES PATRIMONIO DE NADIE”
A renglón seguido pasó a explicitar las medidas que el Gobierno considera necesarias para combatir futuros casos de corrupción , sin excluir las propuestas de otros partidos, con los que quiere alcanzar un acuerdo amplio porque “la democracia no puede ser patrimonio de nadie, y nadie puede abstenerse de la obligación de protegerla”.
En ese sentido insistió en dos ocasiones en su compromiso de estudiar las iniciativas que propongan los partidos de la oposición y a debatir las suyas propias para acabar con la imagen de un país corrupto que es “profundamente injusta”.
Confirmó que partidos y sindicatos estarán sometidos a los controles que establezca la Ley de Transparencia y propuso una ley específica y de carácter orgánico para controlar la actividad económica y financiera de los partidos. El presidente recibió en este punto el aplauso de la bancada popular.
La nueva ley modificará otras ya existentes y dotará de más intrumentos de control al Tribunal de Cuentas. Será, anunció, una norma “exigente” y establecerá medidas para controlar también los “ingresos y gastos de las fundaciones vinculadas a los partidos políticos”. Vigilará de igual modo la contratación de las formaciones políticas y establecerá la obligación de comparecer anualmente en el Parlamento para dar explicaciones sobre la forma en que se han gestionado sus recursos.
La Ley Orgánica reguladora del ejercicio de las funciones públicas está llamada a convertirse en un verdadero estatuto del cargo público que contemplará las escalas de retribución, los sistemas de protección social y los casos en los que pueda haber derecho a compensación tras el cese.
En esa norma no se establecerá sólo la obligación de hacer públicas las declaraciones de las renta de los responsables públicos, sino que pretende establecer un “procedimiento de comprobación” que supondrá hacer una auditoría de la situación partrimonial de los altos cargos al final de su mandato. Además, propone que esta obligación se extienda a diputados y senadores.
Finalmente propuso una reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal para agilizar los procedimientos por corrupción y una modificación del Código Penal que endurezca las penas para los delitos de corrupción. La batería de propuestas arrancó media docena de aplausos de los bancos del PP.
ESPAÑA NO ES UN PAÍS CORRUPTO
Rajoy insistió en que “una cosa es condenar y perseguir la corrpción por todos los medios. En eso, todos estamos de acuerdo, Otra muy distinta es sembrar o ayudar a que se difunda la especie de que España es un país corrupto”.
“España es un país limpio que lo está pasando mal, en el que surgen casos de corrupción , como en cualquier otro, pero en el que sus instituciones están sanas y la inmensa mayoría de sus responsables públicos sirven al país y lo hacen honradamente”, aseguró .
El presidente acabó proponiendo formalmente al resto de formaciones políticas “un amplio acuerdo” regido por la “lealtad institucional” porque “no quiero que España se convierta en un país inhabitable en que se aplaudan las acusaciones sin pruebas. Porque causan daños que ni la rectificación podrá reparar, porque ya son irreparables”.
Las referencias de Rajoy a la corrupción a las que dedicó buena parte de su discurso acabó con una ovaciòn de sus compañeros de partido y de los miembros del Gobierno.
(SERVIMEDIA)
20 Feb 2013
SGR