En su comparecencia ante el pleno del Congreso de los Diputados y en su respuesta a las intervenciones de los portavoces, Fernández de la Vega criticó el "penoso espectáculo de deslealtad y voracidad electoral" por parte del PP, y enumeró argumentos para rebatir las acusaciones de descoordinación formuladas por prácticamente todos los grupos parlamentarios de la oposición.

"No ha habido descoordinación ni precipitación", aseguró, sino un objetivo muy claro que pasaba por liberar sanos y salvos a los tripulantes respetando las reglas democráticas y la legalidad nacional e internacional, y para ello todas las decisiones se han tomado "de forma unánime". "No ha habido fisuras ni nadie ha escurrido el bulto", insistió.

Fernández de la Vega subrayó que el Gobierno esperaba "algo más de generosidad, responsabilidad y prudencia" del PP y preguntó a sus dirigentes a quién creen que beneficiaban sus críticas, porque "a la tripulación, no", y a las personas que trabajaban por su liberación, "tampoco".

De forma especial criticó la vicepresidenta a quienes ponen como ejemplo a Francia pero sólo "para lo que interesa", como el embarque de militares a bordo de los pesqueros, porque no se dice que en ese país hay tres piratas pendientes de juicio, en la misma situación que los dos entregados a la Audiencia Nacional.

Cuando la forma de actuar es "teníamos un problema y lo hemos solucionado", como dijo José María Aznar tras la repatriación de un grupo de inmigrantes, "los daños colaterales son para la democracia, y aquí la democracia ha funcionado muy bien".

En respuesta al portavoz del PNV, Josu Erkoreka, la vicepresidenta aseguró que nunca hubo intención de responsabilizar a los armadores y al portavoz de IU, Gaspar Llamazares, le garantizó que todos los buques de bandera española que faenan en el Índico tienen la correspondiente licencia y operan dentro de la legalidad internacional.