Según informó la Policía, al arrestado -A.A.F.F., de 55 años- se le imputa un delito contra la salud pública y otro de lesiones, ya que vertía en la comida de sus compañeros gotas de un producto utilizado para la rehabilitación de alcohólicos crónicos.

Las investigaciones comenzaron a raíz de la denuncia interpuesta en dependencias policiales por parte del actual dueño de la sidrería de Gijón, así como de un empleado de la misma.

Según las manifestaciones de estos denunciantes, estas dos personas tenían la certeza de que otro trabajador del establecimiento, un ayudante de cocina, estaba intoxicando las bebidas y la comida que ingerían los dueños y empleados del local.

Los afectados, después de la ingesta de los alimentos y la bebida consumidos tras finalizar su jornada laboral, comenzaban a sentirse indispuestos. Los síntomas que padecían los que tomaban los alimentos y bebidas intoxicados eran congestión, debilidad, somnolencia, picores y enrojecimiento de la piel.

Las pesquisas realizadas pusieron de manifiesto que el detenido vertía gotas de un producto, utilizado habitualmente para la rehabilitación de alcohólicos crónicos, cuando iba a ser consumido por sus jefes o compañeros de trabajo. El motivo por el que hacía esto era por rencillas o discrepancias con ellos, algo por lo que fue realizado el pasado 4 de febrero.