Así lo indicó en un encuentro organizo por el semanario británico The Economist, bajo el título “Más allá de la austeridad, volviendo al crecimiento”, donde destacó la importancia de “seguir reduciendo” el déficit.

La pregunta es, planteó, a qué velocidad, para explicar que ha de ser “al ritmo que no provoque más recesión económica”, pero que sea “suficiente” para mejorar el acceso a la financiación.

Montoro explicó que “no hay relajación” en el proceso de consolidación fiscal en 2013, ya que es una tare que “nos conviene como país”.

Además, quiso recordar que las instituciones internacionales “no nos piden más medidas de carácter incisivo”, y sí que “continuemos con la reformas”.

Por otro parte, el responsable de Hacienda comentó que “por algunas de las tuberías de la financiación del Estado hacia tiempo que no pasaba el agua”, para agregar que había “telarañas”.

Por ello, “he tenido que hacer una política que no me gusta” y se han subido impuestos. El ministro pidió perdón por esta decisión, ya que “no me gusta subir impuestos”, pero se ha tenido que hacer por la desviación del déficit público en 2011.

Montoro señaló que “la vida es estadística”, y él hace política de esta manera y no la de “pitos, flautas y tamboriles” que hacen otros.