Así lo aseguró Ridao en el pleno del Congreso, donde preguntó al vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, por una posible sentencia negativa del TC y afirmó que "lo que nos piden es un acto de fe, mucha calma y que admitamos que la situación por la que atraviesa el TC, que es hoy un árbitro sin ninguna autoridad moral, caducado y extremadamente politizado, no deslegitima una sentencia sobre el 'Estatut'". Por tanto, dijo, "nos piden que recemos y esperemos".

"Dejando de lado que se pueda vulnerar la voluntad del pueblo de Cataluña", dijo, preguntó al ministro si "usted ve normal que el TC lleve dos años y medio con un tercio de sus miembros que deberían haber cesado, tres más que deben hacerlo, otro que falleció sin ser restituido y otro recusado por ser 'muy autonomista'".

Tras reiterar que el Constitucional lleva tres años y medio de retraso en la sentencia y que la presidenta del mismo ha renunciado a hacer uso de su voto de calidad, Ridao volvió a preguntar a Chaves si "cree normal que el TC esté enrocado en posiciones partidistas, que evidencian un frentismo casi 'guerracivilista' entre ustedes y el PP". Y con todo esto, subrayó, "nos pide que acatemos sin más la sentencia".

PLANTAR CARA

"La reacción de ERC, del pueblo de Cataluña y de su presidente no es para intimidar ni un signo de debilidad", ya que, aseveró, "la historia ha demostrado que ni nosotros somos tan fuertes como se piensa ni ustedes pueden evitar que plantemos cara". A este respecto, advirtió de que "éste va a ser el precio de la fractura si esa sentencia no respeta la voluntad del pueblo de Cataluña".

"El fracaso será de los partidos españoles incapaces de ensanchar posturas y dar acogida a las legítimas aspiraciones del pueblo de Cataluña", puntualizó.

Por su parte, Chaves aseguró que "entiendo que un estatuto que ha sido aprobado en referéndum requiere una singularidad especial y un peso político importante", pero dejó claro que el Gobierno de España "no va a participar en ningún juego de especulaciones ni va a adoptar ninguna actitud para interferir en la labor del TC", porque, señaló, el TC "es pilar fundamental del Estado de Derecho", y en éste, dijo, "hay que cumplir las leyes, respetar a los tribunales y acatar las sentencias".

"Esas son las reglas del juego democrático y el respeto a esas reglas es una de las medidas de la fortaleza democrática de una sociedad", puntualizó, al tiempo que dijo que "la sociedad catalana es fuerte porque ha dado ejemplos de respeto a estas reglas".

Además, lanzó un mensaje de optimismo y señaló que, "frente a la especulación, hay una evidencia incuestionable: el Estatuto ha cumplido su tercer año de vigencia con normalidad y vitalidad y en pleno proceso de desarrollo".

En estos momentos, finalizó, "nuestra obligación es dejar trabajar al TC y lo único que hay que demandarle es una buena sentencia para Cataluña y para España". "El Gobierno acatará la sentencia y actuará conforme a derecho", dijo, y "la obligación de todos y de ustedes es respetar las reglas del juego y a las instituciones", subrayó.