Este documento, que ha sido elaborado junto con distintas organizaciones y grupos de interés como el Center for Child Rights and Corporate Social Responsibility de China, hace hincapié en la normativa vigente e introduce aspectos que van más haya de la ley.

Así, además de reclamar una recuperación justa y la asistencia social para este colectivo de trabajadores, se afirma que el trabajo “debe ser voluntario”, de manera que cualquier estudiante o empleado temporal pueda abandonar la empresa notificándolo con la debida antelación.

En cuanto al número de trabajadores correspondientes a este colectivo, debe representar un nivel aceptable para garantizar que la mano de obra directa en las fabricas este compuesta principalmente por empleados a tiempo directo.

Respecto a las tareas que pueden asumir estas tienen que estar relacionadas con los estudios que están llevando a cabo, de manera que les sirva de complemento práctico para obtener sus certificaciones.

La multinacional exigirá a sus proveedores que cumplan con estas directrices de inmediato y se les medirá a través auditorías continuas de aspectos sociales y medioambientales.