Según informó Justicia, en todas estas personas concurren como “circunstancias excepcionales” el mantenimiento de “profundos e intensos lazos emocionales, históricos y afectivos” con España, de forma que conservan la tradición de su procedencia española con el consiguiente reflejo cultural de sus costumbres.

Justicia explicó que la nacionalidad española se adquiere por carta de naturaleza, otorgada discrecionalmente por real decreto cuando en el interesado concurran circunstancias excepcionales. Antes debe tramitarse un expediente para cada caso particular, como ha ocurrido en los que ha resuelto hoy el Gobierno.

El departamento de Gallardón destacó que, en el caso de la comunidad sefardí, su vinculación con España se debe al hecho “de no haber perdido voluntariamente la nacionalidad -fueron expulsados)- y del mantenimiento de la lengua y cultura española a lo largo de los siglos”.

Posteriormente, el solicitante debe jurar o prometer fidelidad al Rey y obediencia a la Constitución y a las leyes, al tiempo que renuncien a su anterior nacionalidad (salvo los naturales de países iberoamericanos, Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial o Portugal).