Según informó la Policía, los arrestados vigilaban a los transportistas para detectar cuándo iban cargados de mercancía, a dónde se dirigían y cuál era el momento idóneo para cometer el hecho.

La banda usaba sofisticados sistemas electrónicos para inhabilitar las frecuencias de los mandos a distancia de los vehículos y anular las radios que utilizan los repartidores para comunicarse con su central y avisar a la Policía

La investigación comenzó tras el robo de una caja fuerte del interior de un vehículo de reparto con toda la recaudación obtenida de distintas máquinas recreativas de varios establecimientos de hostelería. Este hecho fue relacionado con otros de similares características y, tras varias pesquisas, se consiguió identificar a dos varones relacionados con los hechos y proceder a su detención.

El modus operandi utilizado por este grupo consistía en realizar vigilancias en los polígonos industriales de todo el territorio nacional para identificar a posibles víctimas y determinar en qué momento transportaban más carga o recaudación. También averiguaban a dónde se dirigían y cuál era el instante idóneo para realizar el hecho delictivo.

Una vez elegido el objetivo, realizaban un seguimiento discreto del objetivo mientras se dirigía al lugar en el que debía realizar la entrega del material. Cuando el transportista realizaba alguna “parada técnica” para comer o dormir, los asaltantes accedían a la mercancía.

La manera de acceder a lo transportado se realizaba mediante la fractura de alguna de las ventanillas para desactivar el cierre de las puertas o directamente con el forzamiento de las puertas del compartimento donde se aloja la carga. Una vez que se apropiaban de la carga la introducían en sus vehículos y abandonaban el lugar en pocos minutos.

Los detenidos utilizaban sofisticados sistemas electrónicos, tales como equipos de transmisiones para comunicarse entre ellos, e inhibidores de frecuencia que les permitían inhabilitar las frecuencias de los mandos de los vehículos objetivo, así como anular las radios que los repartidores emplean para comunicarse con su central y de esta manera, evitar el aviso a la Policía.