El fiscal eleva su petición para los islamistas de El Raval, al acusarles de planear atentados suicidas en el metro de Barcelona

MADRID
SERVIMEDIA

El fiscal de la Audiencia Nacional Vicente González Mota elevó hoy ocho años más su petición de cárcel para los 11 presuntos terroristas islamistas detenidos en enero de 2008 en el barrio barcelonés de El Raval, al considerar que ha quedado probado que prepararon varios atentados suicidas simultáneos en el Metro de Barcelona.

De esta forma, el representante del Ministerio Público pidió hoy a la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional que imponga a los presuntos islamistas penas de entre 26 y 17 años de cárcel, al atribuirles un delito adicional de conspiración para la comisión de un delito de estragos.

Según explicó González Mota al dar lectura de sus conclusiones definitivas ante el tribunal, no se puede acusar a los 11 presuntos terroristas de un delito de estragos en grado de tentativa, ya que no se les encontró suficiente material explosivo como para poder haber llevado a cabo los atentados suicidas de forma inminente.

De esta forma, el fiscal pidió 26 años de cárcel los supuestos líderes de la célula, Mahroof Ahmed Mirza, iman de una mezquita barcelonesa, y Mohammad Ayud Elahi Bibi. Además del delito de conspiración, les acusó de delitos pertenencia a organización terrorista en grado de dirigentes y de tenencia de explosivos.

González Mota solicitó esta misma pena para Qadeer Malik, quien, a pesar de no ser considerado dirigente, está acusado de un delito adicional de falsificación de documento oficial.

Para Ahmed Hafeez, Sahib Iqbal, Roshan Jamal Khan y Mohammed Tarik, el representante del Ministerio Público solicitó 24 años de cárcel, mientras que para Mehmooh Khalid, Inram Cheema, Mohamed Shoaib y Aqeel Uhr Rehman Abbasi, quienes iban a ser los suicidas, pidió una pena de 17 años de prisión menos para Cheema, para quien reclamó 24 años de prisión al atribuirle también un delito de tenencia de explosivos.

INMOLACIÓN

González Mota sostuvo estos últimos cuatro acusados, además de un testigo protegido cuya confesión posibilitó la operación policial, iban a ser supuestamente los encargados de inmolarse dentro del suburbano barcelonés.

El fiscal señaló que los líderes de la célula habían planeado que los explosivos fuesen provistos de activadores a distancia y poder así detonar la carga en caso de que los suicidas decidiesen en el último momento echarse atrás.

El representante del Ministerio Público cree además que los terroristas eligieron la red de metro porque "presentaba a su juicio dificultades para que pudieron llegar los servicios de emergencia" y podían así provocar más víctimas.

(SERVIMEDIA)
23 Nov 2009
DCD/caa