La empresa participada a partes iguales por Iberdrola y Endesa, asegura, en un comunicado, que las nuevas tasas nucleares supondrían para Garoña un extra-coste medio de 16 euros por cada megavatio/hora producido; lo que implica un “incremento del 27% sobre el coste medio de generación”.

En aplicación de la norma, Nuclenor indica que para mantener su actividad hasta el 6 de julio debería abonar un impuesto del 7% por la generación eléctrica hasta dicha fecha, con lo que prevé 7,4 millones euros, y una tasa de 2.190 euros por cada kilos de uranio que se extraiga del reactor en 2013, calculado en 153,2 millones euros. A ello se suma la tasa sobre generación de residuos de baja y media actividad cifrada en 0,4 millones euros.

Por ello, Nuclenor asegura que la suma de estos impuestos supone 161 millones de euros, lo que equivale a 1,5 veces los ingresos previstos por la venta de energía en 2013.

Ante estos números, la compañía concluye que “la aplicación de los nuevos impuestos deja a Nuclenor fuera de mercado y obliga al cierre anticipado de la planta en 2012”.

Además, Nuclenor recuerda que en 2009 estimó un lucro cesante de algo más de 950 millones de euros en el escenario de operación hasta 2029. Para el horizonte de operación hasta 2019 el lucro cesante ascendía a 385,6 millones de euros. “En la situación económica actual, de caída de la demanda y precios de mercado, las previsiones se reducen significativamente”, asegura.

Por ello, para la compañía, el “impacto total de los nuevos impuestos según el proyecto de ley en tramitación, en los seis años y medio de operación restante hasta 2019, sería de 374 millones de euros”. Por lo que, si a esta cantidad se le suma las mayores inversiones como consecuencia de las pruebas de resistencia y las modificaciones desde 2009 de los precios de mercado, peajes, tasas, etc. se alcanzaría un extracoste aproximado de 480 millones de euros.

El pasado 16 de diciembre Garoña se desenchufó de la red eléctrica española tras realizar una parada técnica del reactor para evacuar combustible (uranio) y trasladarlo hasta la piscina donde se ubica el combustible gastado. La central de Garoña tiene autorizada su producción hasta el 6 de julio de 2013.