El sumario del ‘caso Emperador’, al que ha tenido acceso Servimedia, recoge un informe en el que los fiscales Anticorrupción encargados del caso, Juan José Rosa y José Grinda, dan cuenta de este supuesto chivatazo y que dirigieron en abril pasado al instructor de la causa, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu.

“Gao Ping sospecha de que sus líneas de abonado telefónico están siendo observadas, según le habría informado el director de la comisaría de seguridad de España”, señala el informe de los representantes del Ministerio Público.

El escrito indica a continuación que se desconoce “exactamente a cuál de los múltiple estamentos de la administración con la nomenclatura de comisaría pudiera referirse ya que no hay ninguno con la denominación de comisaría de seguridad”.

A raíz de esta sospecha, los investigadores policiales comprobaron que el presunto líder de la trama mafiosa adoptó medidas de seguridad especiales. Ping decidió en este sentido reunirse personalmente con “algunos de los máximos mandatarios de la trama”.

El encuentro tuvo lugar en la gestoría Auditase de Fuenlabrada (Madrid) y “pudo haber consistido en la preparación de una contabilidad de sus mercantiles acorde a sus intereses para presentarla en el caso de ser objeto de inspección y la cual no se ajustaría a la contabilidad real”, según los fiscales Rosa y Grinda.