Con esa frase respondió Fernández de la Vega todas las preguntas sobre el supuesto pago de rescate que le formularon en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, en la que volvió a apelar a la prudencia para no revelar nada que pueda afectar a la seguridad del Estado y en la que reiteró que lo más importante es que los marineros ya están en tierra, libres, sanos y salvos.

Fernández de la Vega ya ha solicitado comparecer en el Congreso de los Diputados, como coordinadora de la célula de crisis, para explicar "todo lo acontecido" a lo largo de los 47 días de secuestro "con luz y taquígrafos", y mientras, pidió que se frenen las "especulaciones".

Como coordinadora de esa célula, la vicepresidenta se mostró dispuesta a aceptar las críticas siempre que sean "razonadas y razonables", y sobre la premisa de que los piratas son "los primeros y únicos responsables" de lo sucedido y que, como miembros de una organización criminal, han utilizado todos sus recursos para extorsionar, coaccionar y presionar a los tripulantes, a sus familias, y también al Gobierno, y en muchas ocasiones lo han hecho "a través de los medios de comunicación".

Por ello criticó especialmente la posición del PP, al que reprochó que únicamente cesó su intento de "sacar rédito electoral" cuando el presidente y los familiares llamaron a la calma y a la prudencia, y salvo en ese momento ha preferido "presionar y criticar en lugar de echar una mano".

Sobre el futuro de los dos presuntos piratas detenidos y puestos a disposición de la Audiencia Nacional, la vicepresidenta aseguró que será la justicia la que "marcará el compás" de lo que ocurre con ellos y al Gobierno sólo le cabrá respetarlo y acatarlo, y con ello evitó confirmar si su entrega a Somalia para cumplir condena forma parte del acuerdo para liberar al "Alakrana".