En declaraciones a Servimedia, Amor señaló que la organización está de acuerdo con el modelo mixto (obligatorio para algunos colectivos de autónomos y voluntario para el resto) elegido por el Gobierno para articular esta prestación, aunque reiteró que considera insuficiente la cobertura que ofrece.

Por esta razón, espera que en el trámite parlamentario se pueda mejorar la configuración de esta prestación, para lo que ya ha recibido el apoyo de PP y CiU. Además, la Federación se ha dirigido al PNV y a ERC, aunque todavía no ha mantenido una reunión con ellos.

El presidente de ATA criticó la duración de la prestación y las condiciones de acceso, así como que el sistema no recoja la posibilidad de la jubilación anticipada.

En su opinión, los seis meses de cobertura máxima que ofrecerá el sistema elaborado por el Gobierno “no dan respuesta a las necesidades de un autónomo cuando se ve obligado a cerrar su negocio”.

Asimismo, denunció que las condiciones que se fijan para que se reconozca el cese involuntario de la actividad y, por lo tanto, se pueda percibir la prestación, “siguen siendo demasiado duras”.

El autónomo deberá haber reducido sus ingresos más de un 40% para poder acceder a la prestación, “lo que deja fuera a los que han perdido un 37% o un 38% aunque también hayan cotizado”. Por esta razón, Amor reclama una mayor flexibilidad en los requisitos y que también se tenga en cuenta la morosidad.

Por otro lado, ATA aboga por que el sistema que configure esta prestación por cese de actividad dedique un 5% de sus fondos a políticas activas, que ayuden a los autónomos a reintegrarse en el mercado laboral.

Según Amor, la reinserción de los autónomos es aún más difícil que en el caso de los asalariados, por lo que son necesarias medidas en esta dirección.