Tras más de cuatro horas de comparecencia en el Congreso, Wert, con tono conciliador, reiteró su voluntad de llegar a "acuerdos amplios" con todas las fuerzas políticas y las comunidades, en la elaboración del anteproyecto de Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce).

Sobre las afirmaciones realizadas por el presidente Artur Mas, que ha dicho que en Cataluña no se aplicará la reforma educativa que propone el Gobierno del PP, Wert eludió responder a esta cuestión porque "ahora estamos en cómo se consigue un acuerdo de la base más ancha posible", aunque agregó que "estamos en un Estado de derecho y manifestarse de forma preventiva acerca del posible cumplimiento o no de una ley, no entra en los usos".

En este sentido, confirmó que la secretaria de Educación, Montserrat Gomendio, se reunirá el próximo viernes con la consejera catalana de Educación, Irene Rigau, tras abandonar ésta la última reunión Interterritorial por disconformidad con lo que plantea el anteproyecto de reforma educativa sobre la inmersión del catalán. Asimismo, recordó que el próximo 19 de diciembre se celebrará otra reunión con las comunidades.

Wert eludió la confrontación con algunos parlamentarios que le reprocharon sus negociaciones con la Conferencia Episcopal, que ha logrado que la reforma educativa incluya la asignatura de religión como materia que cuenta en la media y también sobre la desaparición de Educación para la Ciudadanía y las subvenciones a colegios que segregan por sexo.

El diputado más belicoso en esta cuestión fue Joan Tardá, de ERC que acusó a Wert de meterse "en la cama con los obispos" y de practicar "terrorismo social con la segregación por sexo y por lengua".

El presidente de la Comisión de Educación reprendió al diputado catalán porque sus "expresiones no argumentan nada".

Sobre la asignatura de religión, el portavoz socialista de Educación, Mario Bedera, advirtió que si el Gobierno rompe el pacto sobre la enseñanza de religión, los socialistas abogarán por que salga del currículo escolar y se imparta fuera del horario lectivo.

La diputada de La Izquierda Plural, Caridad García, reprochó al ministro de Educación que "los alumnos de centros públicos no tienen becas" mientras que los centros que segregan por sexos, en su mayoría del Opus Dei, "tengan fondos públicos".

Por su parte, el diputado Carlos Martínez Gorriarán de UPyD calificó de retroceso que la enseñanza de la religión católica vuelva al currículo. "Sería un retroceso plantear la catequesis como alternativa a la ética. Ninguna persona sensata debería plantear esto", aseveró.

La portavoz popular, Sandra Moneo, recordó al PSOE que fue este partido el que hizo los conciertos con los colegios católicos y que "cuando gobiernan pactan con la Iglesia".

Asimismo, agradeció al ministro de Educación su "determinación" por llevar adelante la reforma educativa y acabar "con el inmovilismo de los últimos años".