Asimismo, agrega la nota, el Gobierno vasco ha ordenado "la prohibición cautelar de la actividad de sacrificio y elaboración de productos procedentes de palmípedas para su venta tanto en comercios públicos como a particulares, por no cumplir los requisitos higiénico-sanitarios".

Según Igualdad Animal, su denuncia incluye grabaciones realizadas en la granja Momotegi, en las que su propietaria reconocía las múltiples irregularidades en que incurría, llegando a jactarse de no contar con veterinario o de que los inspectores de sanidad hacían "la vista gorda" con su negocio.

La organización señala que, además de incumplir múltiples normas básicas de higiene y sanidad, Posse mataba a los patos clavándoles un cuchillo en el cuello, sin aturdirles previamente, con la finalidad de provocarles una agonía de varios minutos hasta que finalmente falleciesen desangrados.

"Este cruel procedimiento era defendido por Olga Posse, dado que le permitía obtener hígados con menor cantidad de sangre", explica Igualdad Animal, quien añade que, una vez acuchillados los animales, conscientes y atrapados boca abajo, aleteaban vigorosamente, lo que provocaba que sus corazones latiesen con mayor fuerza y rapidez y así se desangrasen más profusamente.

Los hígados, continúa el comunicado, eran posteriormente vendidos "ilegalmente" al chef Andoni Luis Aduriz, quien los servía en las mesas del restaurante 'Mugaritz'. Además, indica Igualdad Animal, tanto él como otros miembros de su cocina eran conscientes de los hechos, que llegaban a defender públicamente.