De este modo, el Gobierno eleva a 44 las muertes de mujeres perpetradas por sus parejas o exparejas durante 2012. En nota de prensa, la ministra Ana Mato condenó el crimen e insistió en la “necesidad de reforzar la protección a las víctimas de la violencia de género, tal y como se contempla en la reforma del Código Penal”.

También hizo un llamamiento para “denunciar todas las situaciones de malos tratos, algo que no sólo corresponde a las mujeres que las sufren”, agregó.

Según la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, la víctima de Álava nunca había presentado denuncia por malos tratos, y de las 44 fallecidas de 2012, solo 7 habían dado el paso de denunciar. Tanto la víctima como el agresor, que se suicidó tras cometer el crimen, eran de nacionalidad española, con 65 y 68 años de edad, respectivamente.