En el comunicado, la organización explica que la semana pasada se encontró un cadáver de un juvenil de águila imperial con lesiones de muerte por disparo. El ejemplar presentaba una herida en el ala izquierda donde se pueden observar 53 perdigones.

La organización considera que los casos de aves rapaces tiroteadas que ingresan en los centros de recuperación de fauna no son ocasionales. “Esto significa que la administración no está abordando este problema de una manera eficaz y si no se hace puede que la supervivencia del águila imperial en la zona de La Janda se vea amenazada”, indicó la coordinadora del programa de conservación del águila imperial de SEO/BirdLife, Sara Cabezas.

Asimismo, Cabezas manifestó que la implicación de la Federación Española de Caza es fundamental, "al igual que lo es el desarrollo de una labor pedagógica de sensibilización y concienciación entre los federados para evitar este tipo de incidencias”, señala.

La coordinadora indicó que “solicitamos a la administración que tome las medidas necesarias para poner fin a esta amenaza y que realice un investigación exhaustiva de cada caso para encontrar a los responsables”.