Pese a ello, en una rueda de prensa, Campa admitió que “en términos absolutos el dato no es positivo”. Entre los aspectos más destacados de la evolución trimestral del PIB, se refirió al crecimiento de la inversión en bienes de equipo, la estabilización del consumo, que solo cayó una décima, y la contribución positiva de la demanda externa, que se extiende ya durante siete trimestres.

Asimismo, señaló que, en términos interanuales, el descenso de un 4% en España está en la línea de la caída del 4,1% de la UE. Además, valoró los crecimientos trimestrales de países como Francia o Alemania, ya que “su mejoría en los últimos meses ayudará a la recuperación de España”.

Con todo ello, señaló que las previsiones macroeconómicas del Gobierno de cerrar 2009 con un descenso del 3,6% y 2010 con una caída del 0,3% “siguen siendo válidas”.

Finalmente, restó importancia al efecto negativo de una posible subida de tipos durante 2010, ya que , según Campa, “sólo se producirá si hay una mejora de la situación económica en su conjunto, por lo que su efecto potencialmente negativo se verá compensado por esta mejora del entorno internacional, que afectará positivamente a la demanda externa”.