En un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, señala que "esta confrontación, que ya ha ocasionado un elevado e inaceptable número de víctimas civiles, constituye además una amenaza a la estabilidad de la región de Oriente Próximo, la cual atraviesa uno de los momentos más delicados de los últimos años".

En este sentido, indica que estos acontecimientos reafirman la necesidad de lograr "una solución a largo plazo al conflicto israelo-palestino sobre la base de la fórmula de los dos Estados. Es necesario que culminen los esfuerzos de la comunidad internacional para relanzar el proceso de paz sumido desde hace ya demasiado tiempo, en un profundo estancamiento".

Finalmente, el Ejecutivo aplea a la labor mediadora de Egipto y la Liga Árabe y del secretario general de Naciones Unidas, así como a la de todos los actores con influencia en la región.