Unicef, feliz porque "la solidaridad en España" crece con la crisis

- Aumenta en 45.000 socios durante los dos últimos años

MADRID
SERVIMEDIA

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) España ha registrado un aumento de 45.000 socios durante los dos últimos años, según declaró este lunes su presidenta, Consuelo Crespo, en la presentación de un informe con motivo del Día Universal de la Infancia que se celebra mañana 20 de noviembre.

Según Crespo, “la solidaridad y la empatía en España son muy grandes”, ya que de hecho “contamos con más socios desde el inicio de la crisis”.

Por ello, agradeció “el esfuerzo de quienes a pesar de las dificultades que les supone” mantienen su aportación, y destacó el caso de los que han llamado a la sede de Unicef para indicar que aunque tenían que reducir su cuota, “querían seguir colaborando porque esto es muy importante”.

En su intervención, Crespo quiso destacar que “la ayuda sí llega y sí es efectiva”, y puso como ejemplo los avances logrados en Mauritania, país en el que se centra el informe presentado hoy.

Este país africano ha reducido la desnutrición infantil a la mitad en pocos años, de forma que ahora solo uno de cada cuatro niños sufren este problema (una tasa muy inferior a la del resto de África Subsahariana).

Bajo el título “Mi hijo ya no come arena”, el trabajo utiliza una de las frases más recurrentes entre las madres participantes en los programas contra la desnutrición del gobierno mauritano junto a las ONG.

Demuestra como la acción combinada de “las políticas públicas, la acción de la ayuda internacional y el esfuerzo de las ONG” “permite fijar objetivos asumibles, seguir estrategias y alcanzar resultados”.

AMENAZAS

Sin embargo, Crespo alertó de que “los logros en este país se encuentran amenazados” por factores como “el cambio climático, el alza en el precio de los alimentos y la incertidumbre financiera por parte de los estados donantes”.

El llamamiento internacional que en abril de 2011 distintas agencias realizaron ante la crisis humanitaria en el Sahel solo ha conseguido recaudar el 60% de lo solicitado (un 40% en el caso concreto de Mauritania).

De los 94 millones de dólares requeridos, solo se han recibido 39, afirmó Crespo, para quien “retirar este apoyo no solo congelaría muchos programas, sino que destruiría parte de lo ya alcanzado y desincentivaría el esfuerzo de los agentes implicados”.

“Los signos son muy preocupantes”, y es preciso “garantizar el flujo de fondos para atender a la población del Sahel” y evitar que se declare una hambruna como la del Cuerno de África, señaló.

Hasta la fecha, casi 600.000 niños han sido atendidos en la zona, pero al menos otro millón de menores está en peligro por la desnutrición.

Según Crespo, “poner fin a la desnutrición infantil en el mundo costaría a los donantes 10.300 millones de dólares al año, pero en este momento se destinan 15 veces menos”, algo “inaceptable”, concluyó.

(SERVIMEDIA)
19 Nov 2012
AGQ/man