Esta reforma, según denunció el secretario general de UGT, Cándido Méndez, en un encuentro informativo, estableció un plazo de duración de la ultraactividad de los convenios de un año, por lo que decaerían transcurrido ese plazo si no se ha alcanzado un acuerdo.

"Nos podemos encontrar ante una situación de que de forma multitudinaria decaigan muchos convenios", alertó.

En la actualidad hay casi 4.000 convenios, que afectan a cerca de 6,7 millones de trabajadores, que están pendientes de renovación y que en febrero habrá pasado más de un año desde que caducaran.

Aproximadamente la mitad de estos convenios perderían su vigencia entonces, ya que en su redactado no se establece un mecanismo propio de renovación.

Así, de las cifras presentadas por UGT se desprende que cerca de 3,5 millones de trabajadores dejarían de estar cubiertos por su convenio en febrero si no alcanzan con anterioridad un acuerdo para su renovación.

En total en España hay algo más de 5.000 convenios que cubren a unos 10 millones de trabajadores.

En el caso de que se supere el plazo de ultraactividad de un año el convenio pierde su vigencia y los trabajadores pasan a estar cubiertos por el marco superior, si existe, o, de lo contrario, directamente por el Estatuto de los Trabajadores.

Para Méndez esta situación se debe a una "estrategia de la patronal", por lo que reclamó a la CEOE un compromiso para agilizar la negociación colectiva.

De esta forma, avanzó que en la reunión de la comisión de seguimiento del acuerdo de negociación colectiva firmado en enero que tendrá lugar el próximo jueves instaran a las organizaciones empresariales a adoptar este compromiso.

De lo contrario, si finalmente se produce esa "caída masiva de convenios", el Gobierno lograría "uno de los objetivos de la reforma laboral", que, según Méndez, es el de "reducir la cobertura de la negociación colectiva de manera abrupta".