Hasta estos últimos meses, el máximo histórico de la tasa se registró en febrero del año 1994, cuando la morosidad se situó en el 9,15%, si bien en junio ya se rebasó esa barrera y la morosidad ha seguido mes a mes marcando nuevos picos.

Del total de 1,7 billones en préstamos, 182.226 millones eran activos dudosos en septiembre, frente a los 128.080 millones del mismo mes del ejercicio anterior.

La morosidad del sistema financiero español suma ya 18 meses consecutivos de subida, y tres por encima del 10%, ya que el dato definitivo del pasado julio muestra una tasa del 10,09%, aunque el dato provisional publicado por el Banco de España el 18 de septiembre fue del 9,86%.

En comparación con el mismo mes del año pasado, la morosidad del sistema ha aumentado en tres puntos y medio, pasando del 7,16% al 10,7%.

El Banco de España anunció hace algo más de un año que ya no diferenciaría en sus estadísticas de morosidad entre los distintos tipos de entidades (bancos, cajas de ahorros, cooperativas de crédito y establecimientos financieros), como venía haciendo hasta la fecha.

No obstante, sí que ofrece separado el dato de las entidades de depósito (bancos, cajas y cooperativas de crédito) del de los establecimientos financieros.

Así, la morosidad de bancos, cajas y cooperativas se situó en septiembre en el 10,86%, frente al 10,68% registrado en agosto. En conjunto, estas entidades acumulan un saldo dudoso de 177.427 millones de euros, casi 3.400 millones más que en agosto.

Por su parte, los establecimientos financieros de crédito terminaron el pasado mes de septiembre con una tasa de morosidad del 9,71% (9,46% en agosto), con un saldo dudoso 3.793 millones de euros.

Además, las entidades tenían provisionados 398.121 millones en septiembre, de los cuales 112.263 millones eran para cubrir el crédito.