En los pasillos del Congreso, expresó su respeto por quienes ejercen un derecho reconocido en la Constitución.

Sin embargo, expresó también su deseo de que se respetara igualmente el derecho a trabajar, porque cuando "un piquete pasa, un comercio cierra" y eso perjudica especialmente a los autónomos y pequeñas empresas.

En su opinión, la convocatoria de una huelga general demuestra que Gobierno, fuerzas políticas, sindicatos y empresarios "hemos sido incapaces de ponernos de acuerdo" anteponiendo los intereses de los ciudadanos a los suyos propios.

Exteriorizó además una reflexión especialmente crítica sobre el "apoyo político" del PSOE a la huelga, ya que las medidas que critican son "consecuencia de una gestión previa", aunque CiU discrepe también de las políticas del PP.

Criticó también que en Cataluña los integrantes del tripartito que gobernó siete años se manifiesten ahora "como si ellos no tuviesen ninguna responsabilidad".

Fueron ellos, aseguró, quienes "dejaron destrozado el país" y provocaron el "agujero" que ahora se pretende cerrar, "de esos vientos se recogen estas tempestades".