Una vez conocido que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, se reunirá mañana con la número dos socialista, Elena Valenciano, para hablar de la regulación de los impagos de créditos hipotecarios, Alonso se mostró dispuesto a impulsar las reformas fruto del acuerdo.

Puntualizó que "todo el mundo está llamado al diálogo, no se excluye a nadie". Es más, dijo Alonso, "a mi me gusta que los demás sean también protagonistas. Me parece bien dar su hueco, su espacio, a las demás fuerzas políticas".

El objetivo de las modificaciones que se adopten será "proteger a aquellos ciudadanos que se enfrenten a un desahucio de su vivienda habitual". No precisó si las reformas tendrán carácter retroactivo para las 350.000 personas afectadas y puntualizó que esa protección extra no se aplicará a segundas viviendas o locales comerciales.

El PP apuesta por conocer primero "la realidad" y evaluar cuantas familias han perdido la casa en la que vivían antes de tomar decisiones sobre ese asunto.