Juicio Fago. La viuda de Grima nunca pensó en Mainar como autor del asesinato de su marido hasta que lo detuvo la Guardia Civil
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Uno de los testigos importantes de la segunda jornada del juicio por el caso Fago, la viuda de Miguel Grima, Celia Estarlich, ha admitido que nunca pensó en Santiago Mainar como el culpable del asesinato. No obstante, sí que ha reconocido que no tenía relación con Mainar, pese a que éste intercedió a la hora de adquirir la casa en la que vivían.
Además, tal y como ha demostrado el abogado defensor, Marcos García Montes, según una declaración registrada a Estarlich días después de la muerte de Grima, el acusado formaba parte de una lista de personas con las que Grima había tenido problemas o enfrentamientos.
También ha admitido que se habían planteado dejar Fago en primavera y trasladarse a Hecho por los problemas vecinales y la tensión que ellos generaban. Estarlich, que era amiga de la ex mujer de Mainar desde que iban juntas al colegio, ha informado que le constaba que insultaban a su marido, que boicotearon su vehículo incluso la casa rural que poseían.
Según la viuda, el pueblo se llenaba de panfletos críticos con su marido, procedentes de un grupo “organizado” de vecinos. Pese a esos conflictos, días antes del homicidio no le dijo que temiera por su vida. Los problemas, que se incrementaban en las asambleas del Ayuntamiento, servían para consensuar iniciativas vecinales. Estarlich ha explicado que Grima siempre alcanzaba acuerdos en dichas sesiones con el resto del pueblo a las que Mainar nunca asistía. Pese a ello, el imputado “siempre estaba en contra del Ayuntamiento”. “Las decisiones se tomaban entre todos. Si era necesario las explicaba un millón de veces. Miguel se tomaba muy en serio los asuntos del pueblo”, ha recordado.
EL COCHE SIEMPRE PERMANECÍA CERRADO
Estarlich ha contradicho uno de los argumentos que Mainar expresó este lunes para justificar la presencia de su ADN en el interior del vehículo que conducía Grima, en el que viajaba hacia su domicilio el día en que fue asesinado. El coche estuvo en el garaje el día del crimen. Nunca dejó el coche abierto y con las llaves puestas, sobre todo después de que alguien saboteara su furgoneta. Otro argumento para desmontar dicha teoría es que la cochera de Grima estaba alejada de la de Mainar, de forma que “no podíamos aparcar delante de su garaje”. No era posible estorbarle para tener que mover el automóvil.
La viuda de Grima ha lamentado que su marido “tuvo problemas desde el momento en que fue elegido alcalde de Fago”.
(SERVIMEDIA)
17 Nov 2009
LMB/lmb