Un "suicida" sitúa a Al Qaeda tras el plan de atentar en el metro de Barcelona

MADRID
SERVIMEDIA

Un testigo protegido aseguró hoy en la Audiencia Nacional que los 11 presuntos terroristas islamistas detenidos en enero de 2008 en el barrio barcelonés de El Raval y que están acusados de preparar varios atentados suicidas simultáneos en el Metro de Barcelona estaban a las órdenes de Al Qaeda.

Este testigo protegido era unos de los miembros de la célula terrorista, en concreto uno de los cinco suicidas que se iban a inmolar en la red de metro. Su confesión posibilitó la desarticulación del grupo y la detención de los 11 presuntos yihadistas.

En su declaración hoy ante la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, el testigo dijo que los ataques suicidas en el metro de Barcelona iban a ser sólo la primera acción de una campaña de atentados que Al Qaeda quería cometer en Europa.

En concreto, tras los atentados de Barcelona, Al Qaeda tenía planeado hacer pública una reivindicación en la que iba a exigir la retirada de las tropas europeas de Afganistán. Según el testigo, si no se cumplían sus exigencias, la organización terrorista iba a cometer otro atentado en España y posteriormente varios en Alemania, Francia, Reino Unido y Portugal.

El testigo dijo creer que los atentados suicidas se iban a llevar a cabo el 19 de enero de 2008, tan sólo un día después de los arrestos, pero indicó que los detalles de la acción, tanto el momento concreto de los ataques como las estaciones de metro en la que se iban a llevar a cabo, sólo los conocía el acusado Mahroof Ahmed Mirza, al que sitúo como máximo líder de la célula terrorista.

En este sentido, dijo que lo único que sabía de la acción era que iban a ir por parejas y que los líderes de la célula habían planeado que los explosivos fuesen provistos de activadores a distancia para poder así detonar la carga e impedir que los suicidas pudiesen echarse atrás en el último momento. Los terroristas con los detonadores se iban a situar en las estaciones e iban a hacer estallar los explosivos una vez los trenes se encontrasen dentro de los túneles.

El testigo protegido explicó que Ahmed Mirza había decidido llevar a cabo los atentados en la red de metro porque “los servicios de emergencia no podrían llegar rápidamente” y así podrían provocar más víctimas.

ARREPENTIMIENTO Y DELACIÓN

El testigo aseguró que cuando se le ordenó desplazarse desde Paris, donde residía, a Barcelona para participar en la preparación de los atentados se le indicó que su función iba a ser la de fabricar explosivos y no la de inmolarse.

En este sentido, explicó que sólo supo que iba a ser uno de los suicidas el mismo día 18 de enero, después de que Ahmed Mirza le ordenará llamar por teléfono a Pakistán para hablar con su mujer. Después de colgar, el presunto líder de la célula terrorista le comunicó que había sido la última vez que hablaba con su familia y le dijo que era uno de los cinco suicidas.

Fue en ese momento, bajo lo que definió como “un shock emocional”, cuando “se vino abajo”. “Decidí hacer algo para detenerlo”, dijo el testigo.

El testigo explicó que, tras arrepentirse, se apartó de los demás terroristas, con los que estaba reunido en una mezquita de Barcelona, y telefoneó a un policía francés al que, según dijo, había conocido en un bar. “Estoy en una mezquita en Barcelona y creo que se van a inmolar, no puedo hacer nada, si tu puedes hacer algo, hazlo”, aseguró que le dijo al agente galo.

En este sentido, afirmó que “nunca en su vida” ha trabajado o ha estado a sueldo de ningún servicio secreto pero reconoció que nunca ha sido procesado por ser miembro de Al Qaeda. Además, explicó que, después de ser detenido, decidió confesar porque la Guardia Civil le dijo que la información que tenía podía salvar muchas vidas.

(SERVIMEDIA)
16 Nov 2009
DCD/jrv