Afganistán. El jefe del contingente español homenajea en la base de Ludina al último fallecido en Afganistán
- Moya fue asesinado hace un año a menos de dos kilómetros del fortín español
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El coronel Luis Cebrián, jefe del contingente español desplegado en Afganistán, participó hoy en el homenaje que se ha tributado en la base avanzada de Ludina, al norte de la provincia de Badghis, al último de los militares fallecidos en la misión, el sargento primero Joaquín Moya, quien murió hace un año como consecuenciAfganistán. El jefe del contingente español homenajea en la base de Ludina al último fallecido en Afganistána de los disparos de la insurgencia.
Moya, de 35 años y natural de Córdoba, falleció el 6 noviembre de 2011 a menos de dos kilómetros de la base avanzada. Fue víctima de un disparo a la vuelta de una operación conjunta con el Ejército de Afganistán (ANA).
Los militares le recordaron hoy inaugurando en el puesto avanzado un monolito en su recuerdo y despositando sobre él una bandera de España, en un acto al que asistió un pequeño grupo de medios de comunicación, entre ellos Servimedia.
El homenaje se celebró aprovechando el desplazamiento del coronel Cebrián a la base avanzada de Ludina Bernardo de Gálvez II para imponer a los cerca de 250 miembros de la misión Aspfor XXXI –compuesta principalmente por efectivos de la Brigada Paracaidista- la medalla de la OTAN, con la que se reconoce su labor en Afganistán.
“Algunos pueden pensar que es una medalla conmemorativa que se entrega por el simple hecho de venir, pero no es verdad, es la más importante que podéis conseguir” señaló el coronel a las tropas antes de ordenar la imposición de las medallas. Cebrián entregó las mismas medallas esta mañana a los militares de la otra base avanzada que España tiene en Afganistán, en el valle de Moqur.
RUTA DE LA LUZ
El fortín español en Ludina, a unos 35 kilómetros de la base principal del contingente en Qala-i-Naw, se encuentra en una posición estratégica ya que desde ella se controla la ruta Lithium, un eje viario que se está construyendo con dinero español y que pretende vertebrar por el oeste la provincia de Badghis. Los afganos conocen a este camino como “ruta de la luz”.
Las tropas españolas en Ludina se dedican entre otras cosas a dar cobertura de seguridad a los obreros que trabajan en su construcción.
El jefe del contingente español explicó que hace tan solo dos semanas dos de los camiones de las obras fueron hostigados por los insurgentes. Además, en agosto pasado, los talibanes asaltaron unos camiones y le prendieron fuego a uno de ellos.
HOSTALES AFGANOS
El coronel Cebrián también señaló que la base de Ludina es “un poco menos tranquila” que la instalada en el valle de Moqur porque en ella los militares españoles y los efectivos del ejército afganos “han tomado la iniciativa” en la lucha contra la insurgencia, atacando en varias operaciones los reductos talibanes que se encuentran en los alrededores de la ruta Lithium.
Cebrián subrayó que en la actualidad, a diferencia de épocas pasadas, circulan camiones por la vía, lo que fomenta el comercio en la zona. De hecho, en la localidad de Sang Atesh, a poca distancia de la base, se han abierto en menos de un año dos casas huéspedes.
En la actualidad, España tiene desplegados en Afganistán cerca de 1.500 militares de los que en torno a 1.200 se encuentran en la provincia de Badghis.
(SERVIMEDIA)
23 Oct 2012
DCD