Según informó el Instituto Armado, los arrestados habían creado un entramado empresarial, cuyo domicilio social resultó ser un locutorio de Madrid situado en el barrio de Lavapiés.

En el marco de la operación se han intervenido más de 26 kilogramos de cocaína de gran pureza. La droga fue localizada junto a 23 cajas de rosas rojas que habían sido importadas de Colombia.

La investigación se inició el pasado mes de marzo, fruto del estudio de la documentación de la mercancía que llega a España y que es analizada por especialistas de la Guardia Civil en esta materia.

Los agentes detectaron la actividad comercial irregular de una empresa de nueva creación, dedicada presuntamente a la importación de flores frescas desde Colombia. Esta información se comunicó al Equipo de Policía Judicial de la Benemérita del aeropuerto madrileño de Barajas, que se hizo cargo de las investigaciones.

EMPRESA SOSPECHOSA

Los especialistas confirmaban, por un lado, que esta empresa había declarado que su actividad social consistía en actividades relacionadas con la gestión y construcción de inmuebles y, por otro, que el domicilio social de la empresa estaba asentada en un locutorio ubicado en el madrileño barrio de Lavapiés.

La investigación se centró entonces sobre los responsables de ese comercio, los cuales eran naturales de Bangladesh y con edades comprendidas entre los 36 y los 52 años.

Fruto de los controles a los que fueron sometidas las importaciones, el pasado día 1 de octubre fue detectaba una nueva partida comercial importada por los investigados. Tras cerciorarse de que se encargaban de la recogida del paquete, se procedió a la detención de los cuatro integrantes del grupo como autores de un delito contra la salud pública por tráfico de estupefacientes.

Tras obtener la correspondiente autorización judicial, los agentes procedieron a la apertura de la expedición, compuesta por 23 cajas de flores, todas rosas rojas. En el interior también se encontraron más de 26 kilogramos de cocaína de gran pureza ocultos entre el tallo y el cartón que lo cubre para protegerlo.