Es una de las principales conclusiones del análisis publicado este lunes por la Fundación Randstad, que, junto con Randstad Research, ha estudiado la empleabilidad de las personas con discapacidad en función del nivel de estudios a partir de los datos de la Encuesta de las personas con discapacidad publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en diciembre de 2020.

Según el análisis, existen 90.000 personas más con discapacidad que han accedido a estudios secundarios y/o universitarios desde 2014 hasta alcanzar una cifra de unas 181.800 personas. No obstante, la cifra del 27% sigue lejos del 43% de personas activas sin discapacidad que tienen estudios superiores.

Así, los estudios secundarios continúan siendo la principal opción formativa para las personas con discapacidad y en 2020 suponían un 63% del total de activos con este nivel formativo (415.900 personas), una cifra superior al de las personas sin discapacidad (51%).

Randstad subraya el crecimiento “importante” del 20% que se ha producido entre las personas con discapacidad con estudios secundarios desde 2014. Por el contrario, entre las personas sin discapacidad, esta cifra se ha reducido un 5,7%.

Asimismo, se ha producido un descenso desde el 17% al 10% de las personas con discapacidad con niveles de formación bajos (educación primaria) o analfabetos. Entre las personas sin discapacidad, este porcentaje es del 5,5%.

Según las cifras del INE, en España hay 1,93 millones de personas con discapacidad en edad de trabajar (16 a 64 años), lo que representa un 6,3% de la población total en ese rango de edad. Randstad destaca que una de las características de este colectivo es “la baja participación en el mercado laboral”, ya que “tan sólo 664.000 personas se encuentran activas”, lo que representa una tasa de actividad del 34% “muy alejada del 76% de las personas sin discapacidad”.