Según informó el Instituto Armado, se trata de uno de los mayores pirómanos gallegos, que operaba en las provincias de A Coruña, Lugo y Pontevedra.

El arresto de este incendiario se ha producido en el marco de la “operación Lume”, que ha sido realizada conjuntamente por la Guardia Civil, la Policía Nacional, así como agentes forestales de la Dirección Xeral de Montes de la Xunta.

Al detenido también se le imputa un delito de estragos, por haber dejado incomunicadas a varias poblaciones de la provincia de Pontevedra. También se le responsabiliza de poner en peligro real y concreto la integridad física de las personas y sus propiedades.

El pirómano cuenta con numerosos antecedentes, ya que ha sido arrestado en otras cinco ocasiones. Con anterioridad fue condenado a nueve meses de prisión y fue detenido en otras tres ocasiones por hechos similares.

Según el Instituto Armado, el arrestado aprovechaba desplazamientos con otros motivos para iniciar los fuegos por la geografía gallega. En algunos casos, llegó a ser él mismo el que después de iniciar el incendio llamó a los servicios de emergencia.

La magnitud de los incendios de los que se le responsabiliza asciende a una superficie total de 348,91 hectáreas, lo que correspondería a 474 campos de fútbol juntos.

La operación que ha culminado con esta detención se inició en febrero de 2011 y ha estado orientada a la localización y posterior detención de los responsables de los múltiples incendios forestales registrados en Galicia.