En rueda de prensa, el responsable de Estudios de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo Gonzalo Donaire, precisó que en este cómputo no están incluidas las ventas de productos certificados con el sello Fairtrade importados por otros canales, aunque si se dispusiera de dichos datos el porcentaje seguiría “en el entorno del 1%”, estimó.

En total, las distintas administraciones públicas habrían gastado unos 260.000 euros en artículos de Comercio Justo en 2011, con lo que queda claro que hay “mucho margen” para mejorar, subrayó.

El director de Fairtrade España, Pablo Cabrera, destacó en cambio que durante los últimos años sí se ha apreciado “un crecimiento notable” de organismos públicos, sobre todo ayuntamientos, que se interesan por este tipo de artículos.

En este sentido, Javier Jiménez de Gregorio, de la Agencia Española de la Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid), se comprometió a poner en marcha iniciativas para que, a pesar de la situación económica, las compras públicas aumenten.

LUCES Y SOMBRAS

Las ventas de productos de Comercio Justo tanto de organizaciones miembros de la coordinadora como de artículos acreditados por Fairtrade ascendieron a 26 millones de euros en 2011, lo que supone un crecimiento del 16,8% respecto al ejercicio anterior y un incremento interanual acumulado en torno al 12% desde 2001. “Con la que está cayendo, sin duda estas son cifras a destacar”, comentó Donaire.

Sin embargo, el vicepresidente de la coordinadora, Juan José Martínez, resaltó que en estos datos “hay luces y sombras, pues mientras que el sector de alimentación ha crecido un 27% y representa el 87,8% de las ventas totales, las compras de artesanía “hace años que caen de forma continuada”, y en 2011 descendieron cerca del 16%.

De hecho, el gasto neto en estos artículos en 2011 es menor al de 2.000, indicó Donaire, y ello tiene un gran impacto en los productores, “los más pobres entre los pobres, pues su excedente no se lo pueden comer”.

La caída en las ventas de artesanía está muy relacionada con la disminución de las compras en tiendas especializadas y el auge de las ventas de Comercio Justo en grandes superficies, supermercados, hostelería, vending, etcétera.

El informe refleja así una reducción de la comercialización de estos productos en tiendas minoristas del 85% desde 2008, mientras que en hostelería y en el sector de la gran distribución su oferta ha aumentado un 60 y un 40%, respectivamente.

Para Donaire, esto responde a un cambio en el perfil del consumidor, que ya no “se trata exclusivamente de un ciudadano muy concienciado que acude a su tienda especializada a comprar Comercio Justo, sino que al disponer de mayor oferta en el supermercado o en el lugar donde toma café, opta por consumir de forma responsable”.

El café (47,7% de las ventas totales) y los dulces elaborados (34,8%) son los productos estrella de Comercio Justo en España, mientras que la artesanía representa un 11% del consumo y otros artículos (cosmética, maquillaje...), el 2%.

Finalmente, Donaire recordó que el Comercio Justo llegó a España con 20 años de retraso y que “partíamos de niveles de consumo muy inferiores”.

La media de gasto en estos artículos es de 0,55 euros al año por ciudadano, apuntó, muy lejos de los 5 euros anuales que gasta el promedio de la UE, los 15 que se invierten en Suecia o los 24 de Reino Unido.

De ahí la necesidad de trabajar en educación para el desarrollo y en campañas de sensibilización, pues el Comercio Justo tiene “todavía un largo camino que recorrer”, concluyó Donaire.