En el discurso de apertura del debate de política general en el Parlament de Catalunya, Mas explicó que, tras la respuesta de Mariano Rajoy de que “no cabe negociar” la propuesta de pacto fiscal emanado de la Cámara catalana, “y tras unos días de reflexión he anunciado disolver el parlamento y convocar elecciones el 25 de noviembre”.

“Cualquier otra consulta a la ciudadanía”, opinó, “como sobre el futuro nacional de nuestro país, representaría un serio fraude por mi parte”.

Así, señaló que “una nueva etapa aconseja una nueva legitimidad, tanto en Cataluña como en España” y en el seno de la UE.

Lamentó que el pacto fiscal “no se ha entendido como una buena oportunidad” fijar un nuevo y mejor marco de relaciones con España. “No se ha visto como una solución, sino como un problema”, apuntó.

Al respecto, manifestó su convencimiento de que, con el tiempo, se demostrará que tanto el PP como el PSC “habrán actuado con miopía política”.

Para Mas, “igual que España hizo su transición, a Cataluña le convenía hacer su propia transición”, y destacó que durante las últimas tres décadas Cataluña ha colaborado de forma leal para lograr un Estado moderno como es España, “lo que creo que se ha conseguido en buena medida”.

Y ese apoyo, afirmó, “lo habíamos hecho en la esperanza de que una España así dotada de una Constitución abierta y flexible permitiría” el desarrollo de Cataluña “de manera natural y progresiva”.

Sin embargo, denunció, el proceso del Estatut de 2006 se convirtió en un “calvario”, apuntó, al tiempo que criticó que “los errores catalanes, que existieron, eran rápidamente magnificados y España presumía de haber aplicado el cepillo sin ningún rubor”.

“Aquella constitución que tantos catalanes habían votado se convertía en una jaula diseñada para domesticar nuestras aspiraciones”, aseveró Mas.