En una entrevista a la Cadena Ser recogida por Servimedia, Sáenz de Santamaría reconoció que el recorte de partidas que el Ejecutivo ha aplicado en nueve meses de mandato "no es suficiente" para contener las cuentas públicas y cumplir los objetivos impuestos por la Unión Europea.

"El agujero es demasiado grande para hacerlo sólo con ajuste de gasto, hay que pedir un esfuerzo de solidaridad", sentenció al hablar de los Presupuestos para el próximo año que el Consejo de Ministros tiene previsto aprobar este mismo jueves, de los que únicamente adelantó que serán "austeros".

Sáenz de Santamaría indicó que una de las prioridades en este momento es reducir los intereses de la deuda que paga España, como consecuencia de una prima de riesgo elevada y unos tipos de interés "muy caros" que han llegado a superar el 6% en algunas subastas de este ejercicio.

Reconoció que una de las posibles soluciones sería pedir el rescate al Banco Central Europeo para que adquiera deuda española a un interés más bajo y así el país pueda ahorrarse parte de los 30.000 millones de euros que en 2012 está dedicando a pagar los intereses de la deuda que pide a los mercados.

Sáenz de Santamaría asumió que el Gobierno central no puede "seguir pagando a ese ritmo" la deuda pública pero recalcó que todavía no se ha adoptado una decisión en firme sobre el rescate porque primero se quieren conocer con detalle todas las "implicaciones" que conllevaría.

Explicó que el Gobierno se lo está pensando con calma y comparó la decisión con la adquisición de una hipoteca: "Cuando uno va a comprarse una casa no tarda lo mismo que cuando va a comprarse una camiseta".

La vicepresidenta comparó la situación actual del Ejecutivo con una familia que debe pagar una "hipoteca muy alta" y, como consecuencia, le queda poco dinero para vivir el resto del mes. Por ello, insistió en que es necesario reducir la deuda del Estado y los intereses que conlleva.

Sáenz de Santamaría justificó que, junto a la reducción del gasto público, el Gobierno esté acometiendo reformas estructurales para reactivar la economía, hasta el punto de aprobar en nueve meses "56 normas con rango de ley".

Sobre la baja valoración del Gobierno en las encuestas, la vicepresidenta se refirió a los estudios sociológicos como "instrumentos de trabajo que han de verse a largo plazo" y se mostró convencida de que los efectos de las medidas que se están adoptando "se van a ver y empezarán a verse" en algún momento.