Según explicó en rueda de prensa el portavoz de Bomberos de UGT, Joaquín Sáez, se da la circunstancia de que este año excesivamente caluroso ha coincidido con una disminución de medios y personal tanto en los propios bomberos como en las brigadas forestales para afrontar los incendios.

El sindicato recuerda que a consecuencia de los 13.108 incendios producidos en lo que va de año han fallecido 12 personas, se han registrado centenares de heridos y han sido desalojadas de sus casas otras miles. El fuego ha quemado alrededor de 182.000 hectáreas, una cifra que cuadruplica prácticamente la del año pasado.

UGT recalca que "este es el peor verano del último decenio" en cuanto a superficie quemada, que coincide, insiste, con un año de "fortísimos recortes" en el área de los servicios públicos, que han dejado la extinción de incendios con menos efectivos y los presupuestos mermados.

Según Sáez, no es casual que las tres comunidades más castigadas por el fuego, Cataluña, Valencia y Canarias, luchan contra las llamas con cientos de efectivos menos.

En el caso de Cataluña, precisó, los recursos humanos son un tercio de los que había hace dos años, mientras que la Comunidad Valenciana ha rebajado su presupuesto de 110 a 95 millones de euros y su personal en 120 efectivos. Finalmente, el presupuesto destinado por el Gobierno canario a los incendios ha disminuido en 150.000 euros respecto a 2011.

Por su parte, Ernesto Chicharro, portavoz de los agentes forestales de UGT, dijo que las condiciones meteorológicas no son las únicas responsables de las consecuencias de los incendios y añadió que falta inversión en prevención que, aunque resulta caro, es menos costoso que lo que hay que desembolsar luego para restaurar el terreno quemado.

Según Chicharro, debe existir una política forestal real, inviertiendo en la ordenación de montes de manera que tengan unas determinadas características que los hagan estables ante los incendios.

Finalmente, indicó que iniciativas como la Ley de Viviendas Rurales Sostenibles que contempla la Comunidad de Madrid contribuyen a la desordenación porque tener casas dispersas por todo el territorio provoca episodios como el ocurrido en el incendio de Robledo de Chavela, donde gran parte del operativo que iba a apagar el fuego ha tenido que dedicarse a proteger las viviendas de la zona.