Los magistrados de la Sección Cuarta de lo Penal, presididos por Teresa Palacios, han adoptado medidas alternativas a la prisión para garantizar que Oubiña no se fugue, tales como la retirada del pasaporte, la prohibición de abandonar el territorio nacional o la obligación de comparecer los lunes y los viernes ante la comisaría de Policía o el cuartelillo de la Guardia Civil más próximo a su domicilio.

El tribunal ha tenido en cuenta a la hora de adoptar esta decisión que la pena impuesta “no reúne los caracteres de una pena grave”, así como el hecho de que Oubiña nunca se ha intentado fugar y “siempre ha acudido a los llamamientos judiciales”. Los magistrados también han tenido en cuenta el “arraigo familiar” del narcotraficante, según consta en el auto dictado hoy.

La resolución reconoce aún así que existen “factores negativos”, como el “historial delictivo” de Oubiña o “su conexión con redes internacionales del narcotráfico”

ALEGATO DE OUBIÑA

En la vista celebrada esta mañana por la Sección Cuarta para escuchar los argumentos de las partes, Oubiña aseguró que no tenía intención de fugarse. “No me voy a ir a ningún lado, en primer lugar porque no me da la gana, y también porque tengo dos hijas mayores que crecieron sin padre y sin madre y quiero terminar mis días con ellas”, dijo ante los magistrados, según señalaron fuentes jurídicas.

El representante de la Fiscalía Antidroga, Javier Redondo, solicitó en la vista el ingreso en prisión de Oubiña sin esperar a que el Supremo decida si confirma la sentencia de la Audiencia Nacional. De forma alternativa, solicitó que se le impusiese una fianza de al menos 100.000 euros. Ambos extremos han sido desestimados finalmente por el tribunal.

El abogado de Oubiña, Joaquín Ruiz Giménez, sostuvo que, incluso con esta nueva condena, su cliente ha cumplido las tres cuartas partes de todas las penas que le han sido impuestas, por lo que, de confirmarse la nueva sentencia y realizarse una liquidación, accedería directamente a la libertad condicional.

BLANQUEO DE DINERO

El narcotraficante salió de prisión el pasado 17 de julio. La sentencia dictada este martes le condena, además de a cuatro años y siete meses de cárcel, al pago de una multa de 2.226.100 euros a Oubiña.

Los magistrados de la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal consideraron probado que Oubiña “planeó, junto a su esposa Esther Lago, fallecida en el año 2.001, la forma de aflorar y dar apariencia legal a los fondos procedentes de las operaciones de narcotráfico que se encontraban a su disposición”.

Entre otras operaciones, el matrimonio blanqueó el dinero a través de la construcción de una vivienda en Vilagarcía de Arousa y de la compra de una en Sanxenxo.