En su primera comparecencia pública en la sede del Govern para valorar la manifestación con motivo de la Diada, fiesta nacional de Cataluña, Mas celebró “muchísimo” lo que calificó de “enorme éxito” de la manifestación en Barcelona, de la cual advirtió que “no se puede discutir ni minimizar” su “éxito trascendente y enorme”.

Agradeció como presidente de Cataluña, “no solo la cantidad de gente que había” sino “el civismo que en todo momento presidió esta manifestación”, de lo que concluyó que “hemos ofrecido a Europa y al mundo la imagen de la mejor Cataluña: dimos un mensaje de libertad y de querer ser un pueblo normal entre los países y naciones del mundo”. “Este civismo”, agregó, “nos ayuda a que este proceso esté cargado de ilusión”.

Para Mas, el clamor del martes “fue muy claro, pero también muy normal, una nación que para progresar pide tener un Estado”. En este sentido, señaló que, ante las reacciones suscitadas, “hay que quitarle dramatismo”, pues enjuició que se trata de “un proceso normal”. Cataluña “es una nación que hace siglos que existe y que ahora quiere dar un paso adelante, que quiere hacer su camino y que quiere progresar”.