El ministro esbozó hoy, en la rueda de prensa ofrecida tras su reunión con representantes del Consejo Nacional Sirio, varios objetivos en cada uno de estos aspectos. En lo referido a la unión bancaria, espera que vaya encaminada a lograr la “supervisión europea”, al menos, de aquellos bancos con “carácter sistémico” y que se permita la “recapitalización directa” de las entidades, a través de los mecanismos de rescate, para que las ayudas no computen como deuda pública.

Para ello, hay que esperar primero a la resolución judicial del Tribunal Constitucional de Alemania sobre la creación del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) que el ministro espera “favorable” y que fecha para el 17 de septiembre.

Respecto a la unión fiscal, Margallo considera necesario un “mayor control” por parte de las instituciones europeas de los presupuestos de los países miembros y la “mutualización de la deuda”, es decir; avanzar hacia la creación de emisión conjunta de deuda por parte de los Estados socios para evitar así que algunos, como España, paguen un interés muy superior por financiarse. En definitiva, la creación de los llamados ‘eurobonos’.

En lo referido a la unión económica el ministro abogó por un “control estricto” de las cuentas públicas, un “control estricto y simétrico” de los desequilibrios macroeconómicos y avanzar en la “competitividad” de las diferentes economías europeas. En resumen, apostó por la puesta en marcha de los acuerdos del semestre europeo.

Finalmente, en lo relacionado con la unión política, Margallo pidió corregir lo que no se consiguió en el Tratado de Maastricht: “avanzar en una institucionalización” que legitime “democráticamente” todo lo anterior.

Según el titular de Asuntos Exteriores en el próximo consejo de octubre se deberían adoptar “reglas ciertas” que permitan avanzar hacia los “Estados Unidos de Europa” para no perder protagonismo en un mundo que “cambia a pasos agigantados” y en el que se van afianzando cada vez más “bloques económicos” homogéneos.