Tras presidir un Consejo de la Xunta extraordinario en el que comunicó a su gabinete la fecha de los comicios y se aprobó el decreto de convocatoria, Feijóo aludió a las dificultades económicas propias de una "emergencia nacional" que atraviesan Galicia y España, y reivindicó su propósito de cumplir sus deberes "con resposabilidad".

Entre otras cuestiones, se definió como un "defensor del Estado de las autonomías" y circunscribió el adelanto en un acto de "lealtad" hacia este modelo. Con todo, reconoció que el "condicionante" de la fecha ha sido la cita electoral en el País Vasco también para el 21 de octubre, fijada hace seis días por el lehendakari, Patxi López.

Ejerciendo sus "competencias exclusivas" para convocar los comicios, los tres argumentos dados por el presidente gallego fueron: la elaboración de los presupuestos de la Xunta, para que el Gobierno que salga de las urnas "pueda desarrollar las cuentas desde el inicio de su mandato"; el "respeto" a unos ciudadanos que "piden unidad" y un mayor entendimiento de las fuerzas políticas frente a un "clima de división política en Galicia que ha aumentado en los últimos meses"; y, por último y más importante, porque no sería "razonable" hacer dos convocatorias electorales (vascas y gallegas) "con una diferencia de 130 días".

Con la elección del 21 de octubre, Galicia volverá a celebrar sus comicios autonómicos el mismo día que el País Vasco, como ya sucedió el 1 de marzo de 2009. En su intervención, Feijóo hizo varias referencias a este antecedente y aludió al "ahorro de incertidumbre política" que se consigue al hacer coincidir ambos procesos, "que tiene una dimensión económica sin duda".

Preguntado por sus futuros rivales en las urnas, y especialmente por la situación del PSdeG (que tenía fijadas sus primarias para designar candidato para el 6 de octubre), el presidente de la Xunta declinó "entrar a valorar la decisión o indecisión de los partidos", aunque proclamó que "tuvieron tiempo más que suficiente" después de tres años y medio largos de legislatura. "Me gustaría que el adversario en estas elecciones fuese la crisis económica", apostilló.

Feijóo, que comunicó en la noche de ayer al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, su decisión de adelantar los comicios, quiso agradecerle "el máximo respeto a la decisión" tomada y su "apoyo incondicional", descartando presiones desde Madrid en pro de un adelanto que podría reducir el efecto negativo de los posibles recortes sobre los votantes.

El presidente gallego también conversó con los líderes de PSdeG y BNG, 'Pachi' Vázquez y Guillerme Vázquez, y les trasladó su intención de que el plazo de constitución del nuevo Parlamento se realice en el menor plazo posible. Asimismo, dio orden a sus conselleiros y especialmente a la titular de Hacienda para que sigan elaborando las cuentas para 2013.

Con la cita del próximo 21 de octubre serán ya tres los comicios gallegos convocados sin agotar la legislatura, tras el adelanto fijado por Manuel Fraga en el año 2005 y el realizado por Emilio Pérez Touriño en 2009.