Un grupo de nueve inspectores realizará visitar a un centenar de establecimientos situados en Madrid para verificar que estos locales exhiben los precios, disponen de hojas de reclamaciones y entregan documentos justificantes de los pagos realizados y los relativos a la exhibición de publicidad. La campaña se realiza porque es un sector donde se producen un alto número de reclamaciones, 480 en el pasado año, según el Ayuntamiento.

Asimismo, en el caso de que acudan a hacer reformas a los hogares, los inspectores controlarán que el prestador del servicio a domicilio disponga de hojas informativas donde se especifiquen los precios completos, que someta a la firma del cliente un presupuesto que reúna toda la normativa legal o que se entregue al consumidor una factura en la que consten todos los datos.

El Consistorio madrileño vuelve a realizar una campaña de estas características, ya que desde 2005 no impulsaba esta iniciativa. Ese año se inspeccionaron 362 empresas, registrándose irregularidades en el 73% de las mismas.