De esta cifra, 1,4 millones se clasificaron como residuos peligrosos, en virtud de la normativa comunitaria. De ese total, 31,7 millones de toneladas se generaron en las industrias extractivas, 16,5 millones en las manufactureras y 2,3 millones en el sector energético.

En cuanto a los residuos peligrosos, 0,8 millones de toneladas se generaron en el sector de la siderurgia y otros productos metálicos y no metálicos y 0,4 millones en las industrias químicas y del caucho.

Los residuos no peligrosos alcanzaron los 49,2 millones de toneladas, correspondiendo la mayor parte a minerales (36,9 millones) y a los procedentes de la combustión (4,1 millones).

Los residuos peligrosos alcanzaron los 1,4 millones de toneladas, siendo la mayor parte de ellos químicos (0,4 millones), ácidos, alcalinos o salinos (0,3 millones) y de combustión (0,4 millones).

Por comunidades autónomas, Castilla y León fue la región que generó más residuos no peligrosos en el año 2010, con un 59,7% del total nacional, seguida de Galicia, con el 5,5%. Por otra parte, la comunidad autónoma que generó más residuos peligrosos ese año fue Cataluña, con un 23,9%, seguida de Valencia, con un 15,3%.