Según informa WWF, la Comisión Europea adopta esta decisión ante los indicios de incumplimiento de la normativa ambiental europea y los riesgos para la conservación de Doñana, el estuario del Guadalquivir y el Golfo de Cádiz.

Ante la queja de WWF, la Comisión Europea ha preguntado a las autoridades españolas "cómo tal actuación (el dragado) puede considerarse compatible y respetuosa con el Derecho medioambiental aplicable de la UE, a vista del Dictamen de la Comisión Científica de Doñana".

Con este requerimiento, la Comisión Europea se suma a Unesco, Ramsar, UICN y el Consejo de Europa en sus dudas respecto al dragado.

WWF recuerda que el mencionado dictamen científico recalcaba que el dragado de profundización "no es recomendable en la situación actual, por repercutir negativamente en la dinámica, morfología y biodiversidad del estuario y, por lo tanto, de Doñana, por no mejorar la situación frente a procesos extremos (turbidez y salinidad) y limitar severamente la capacidad de minimizar su duración y sus efectos".

Según la organización ecologista, la única forma de evitar la infracción sería que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente no autorizase el dragado de profundización.