Entre ellas se encuentra BNP Paribas, cuyos usuarios pueden realizar donativos a través por un importe de 1 a 50 euros a través de sus cajeros automáticos, algo que ya hacen el 1% (en torno a 20.000) pero el banco prevé incrementar ese porcentaje gracias a una campaña publicitaria que lanzará en breve.

Por su parte, Caisse d’Épargne ofrece a sus clientes la posibilidad de convertir los descuentos acumulados por el uso de sus tarjetas en aportaciones a la organización para la defensa del medioambiente WWF-Adena.

Société Générale cuenta con tarjetas bancarias solidarias, a través de las que los titulares destinan 5 céntimos de euro por cada compra realizada con ellas a varias asociaciones, entre ellas la Asociación de Personas con Parálisis de Francia y la Cruz Roja.

Crédit Agricole también ofrece tarjetas similares mientras que HSBC dona en Francia 1 euro a la fundación GoodPlanet, creada por Yann Arthus-Bertrand, por cada cliente que contrata la tarjeta de Visa Carte Bleue, que contribuye a la lucha contra el cambio climático.

“Este tipo de iniciativas se multiplicarán en un futuro próximo. Los consumidores están cada vez más sensibilizados con las causas solidarias, y los bancos han tomado buena nota, por lo que desarrollarán nuevos productos socialmente responsables”, asegura Philippe Vidal de la consultoría Accenture.