El Gobierno desliga la lucha contra la pobreza de los fines comerciales de las empresas españolas

- El Consejo de Ministros aprueba la reforma del Fondo de Ayuda al Desarrollo

MADRID
SERVIMEDIA

El Consejo de Ministros aprobó hoy la reforma del Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD), con la que desliga la ayuda al desarrollo para combatir la pobreza en otros países con la internacionalización de las empresas españolas.

Con ello, el FAD, nacido en 1976 con el objetivo de apoyar e impulsar el desarrollo de otros países y apoyar la internacionalización de las empresas españolas, se separa en el Fondo para la Promoción del Desarrollo (Fonprode) y el Fondo para la Internacionalización de la Empresa (FIEM).

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, explicó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que el Fonprode estará gestionado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación y "no tendrá ninguna finalidad de tipo comercial".

Fernández de la Vega añadió que este fondo "dotará de mayor rigor y eficacia a la política española de cooperación internacional para el desarrollo" y "simplificará los procedimientos para garantizar la rápida respuesta a situaciones de crisis humanitaria".

"Con Fonprode haremos que la cooperación española crezca en calidad y en cantidad y damos respuesta a una reclamación de las ONG, de los partidos políticos y de los organismos internacionales", apostilló.

La vicepresidenta primera del Gobierno recordó que la ayuda oficial al desarrollo de España ha pasado de unos 1.700 millones de euros en 2003 a más de 4.700 millones el año pasado, crecimiento debido en "buena parte" al FAD.

Por otro lado, Fernández de la Vega señaló que el FIEM será gestionado por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y, además de apoyar la internacionalización de las empresas españolas, "velará por que, en sus contratos en el exterior, las compañías españolas puedan competir" con buenas ofertas financieras.

La reforma del FAD era un compromiso pendiente del Gobierno desde la pasada legislatura. Su funcionamimento recibió numerosas críticas de partidos políticos y ONG, en especial cuando aportó 500.000 euros para la bóveda que Miquel Barceló diseñó para el Palacio de Naciones Unidas, en Ginebra (Suiza).

(SERVIMEDIA)
06 Nov 2009
MGR/jrv