Según este acuerdo, ambos países se comprometen a intercambiar información sobre sus respectivos sistemas de FP, promover el intercambio de responsables educativos, facilitar la presencia de estudiantes en empresas del otro país (así como la realización de estancias más breves) y, en general, impulsar el intercambio de alumnos, profesores y empresarios entre las dos naciones.

El convenio tiene tres años de duración y especifica que todas estas acciones se llevarán a cabo siempre que las “condiciones financieras lo permitan”.

En nota de prensa, el Ministerio español apuntó que este acuerdo se enmarca en la importancia que ambos países conceden a la Formación Profesional, que definen como un “factor clave para el desarrollo socioeconómico y el progreso de la sociedad”.