En una nota, la organización señala que la subida del IVA supone aumentos del 25% en el tipo reducido y de casi un 17% en el tipo general.

Puesto que la recaudación del IVA está cayendo a un ritmo superior al 10%, todo hace pensar, según los inspectores, hará que el consumo se resienta aún más".

"De sobra es conocido que una caída abrupta del consumo lleva a una menor recaudación del impuesto que lo grava, el IVA, y ello a pesar de la enorme subida como la que se llevará a cabo debido a que muchas empresas no podrán repercutir vía precios dicha subida, por lo que en estas condiciones el fraude aumentará", sostienen.

Y a ello se suma que la conciencia fiscal de los contribuyentes está "bajo mínimos", en medio de una amnistía fiscal y es muy probable que algunas empresas cobren el IVA y no lo ingresen y algunas empresas con problemas de liquidez dejarán de pagar, en primer lugar, a la Hacienda Pública y/o a la Seguridad Social, antes que a los trabajadores, proveedores o entidades de crédito.

IHE teme que conductas como la deducción de facturas falsas o la creación de tramas de defraudación se puedan incrementar ante el mayor beneficio que supone defraudar un IVA más elevado.

La organización también estima que existen alternativas a las medidas plateadas por Gobierno, tanto para obtener más ingresos como para reducir gastos.

En el terreno de los ingresos, la medida clave para aumentar la recaudación no debe ser otra que la intensificación de la lucha contra el fraude, mientras que en el lado del gasto el país va a llevar a cabo una reducción de costes públicos "racional, útil, justa, ejemplarizante y transparente".

Por todo ello, IHE percibe la subida del IVA como regresiva e injusta, y más en medio de una amnistía fiscal. Por otra parte, esta medida, combinada con la supresión de la paga extra de los funcionarios, provoca que "una gran parte de los sacrificios lo vuelven a absorber éstos, a quienes se les está demonizando y haciendo soportar la crudeza del ajuste, de una manera desproporcionada".