Los nuevos recortes anunciados por Rajoy ante el Congreso de los Diputados apenas merecieron menciones de Rubalcaba en la última parte de su discurso, por entender que habrá tiempo de debatirlos cuando las medidas específicas lleguen al Parlamento.

Esos ajustes son “un nuevo debate de investidura” y Rubalcaba optó por abordar de forma general los “errores” del Gobierno en política económica, que son, en su opinión, los que han generado que España esté hoy “peor” que hace seis meses, por pura “desconfianza”.

Aseguró que España necesita “como el comer” la aplicación de las medidas aprobadas por la Unión Europea para avanzar en la unión económica y fiscal, y reclamó un debate específico sobre el memorandum de entendimiento para la ayuda financiera antes de que se firme.

Para el PSOE, está claro que España está hoy “más allá del rescate, tutelados, vigilados intensamente” por Europa, porque desde hace seis meses “todo ha ido a peor y eso tiene que ver con sus errores de política económica”.

Desgranó errores fiscales por los primeros ajustes y por la aprobación de un Presupuesto que apenas ha durado unos días, y laborales por una reforma que está facilitando despidos y reduciendo salarios.

Los recortes sólo han agravado la situación, sentenció justo antes de reiterar su solidaridad con los mineros y volver a reclamar al Gobierno que negocie con ellos.

Otro gran error, denunció, fue la “incontinencia verbal” del ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, al anunciar a un periódico de Estados Unidos que la banca española necesitaría 50.000 millones de euros.

“Ahí empezó todo”, aseguró, antes del “espectáculo incomparable” de la gestión de Bankia, ejemplo de “desastre” que contribuyó a generar desconfianza y que “nos llevó de cabeza al rescate financiero”.

Criticó también el “comportamiento desconcertante” del Gobierno en Bruselas, señalando a sus predecesores, a las comunidades autónomas o al Banco de España como culpables de la desviación del déficit en vez de explicar el origen real de la bajada de ingresos.

En respuesta a la frase que en su día pronunció el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, Rubalcaba denunció que habrá en España “cientos de hombres de negro y de gris” para tutelar la economía “porque no se fían de nuestras cifras” precisamente porque el Gobierno “ha sembrado sistemáticamente dudas”.

El último de esos errores, aseguró, es que es “imposible encontrar un modelo de crecimiento alternativo, no lo hay”, y prueba de ello es la obligación de Europa de eliminar el “disparate” de la desgravación por compra de vivienda.

La desconfianza en España es “total”, denunció, porque el presidente “hace lo contrario de lo que dijo”, porque busca “culpables” de las medidas y ha creado con ello la sensación "de que no somos un país serio, de que nadie dice la verdad”.

Sobre las medidas concretas anunciadas este miércoles, Rubalcaba recordó las referencias a “las chuches” y al “sablazo de mal gobernante” con el que Rajoy respondió a la subida de impuestos aprobada en su día por José Luis Rodríguez Zapatero.

Pidió al presidente que no apruebe esa medida, primero porque será “muy malo en la situación económica en la que estamos”, y también porque ya se pidió a los ciudadanos un esfuerzo con los impuestos.

La compensación con la reducción de cotizaciones a la Seguridad Social, alertó, “ya se hizo y no dio ningún resultado”, y podría aumentar la deuda hasta obligar a “recortes drásticos” a los que el PSOE se opondría.

Rubalcaba emplazó al presidente a buscar ingresos “donde menos daño económico haga”, por ejemplo en las grandes fortunas, en el tabaco y el alcohol, y también en las energías “maduras” como las nucleares, siempre “con justicia y con inteligencia económica”.

Se mostró partidario de estudiar cómo se puede ahorrar en las administraciones, y anunció para ello que le enviará sus propuestas este fin de semana para intentar acordar medidas.

Rechazó la aplicación acelerada de las medidas que supuestamente pretenden garantizar la sostenibilidad de las pensiones porque ya se ha entrado “con nocturnidad y alevosía” en las llamadas “lagunas de cotización”, y se opuso igualmente al recorte de la prestación por desempleo, más allá de la “satisfacción personal” de que es el único asunto abordado en el debate electoral sobre el que le faltaba decir que tenía razón.

Emplazó de nuevo al Gobierno a “sentarse y hablar en serio de sanidad y educación” para ahorrar pero manteniendo la coherencia y la justicia social.

España no aguantará mucho en la actual situación, advirtió, “y podemos hacer una de estas dos cosas: o seguir como hasta ahora, con recortes sin ton ni son”, dijo Rubalcaba al presidente, o “hacer un verdadero plan” para los próximos años.

El reto es, en su opinión, garantizar la austeridad pero con justicia social y asegurando el crecimiento, y hacerlo además con acuerdo parlamentario, con las comunidades autónomas, empresarios y sindicatos, a modo de “gran acuerdo social” para recuperar la confianza cuya pérdida ha precipitado la situación actual. “Si usted lo intenta”, concluyó, “por nosotros le digo que no va a quedar”.